Nivel académico de los Universitarios

El desarrollo de la infraestructura educativa en Ecuador implica la colaboración entre el Estado, el mercado y la sociedad civil. El país cuenta con 62 universidades y escuelas politécnicas, atendiendo a 670,373 estudiantes. El rendimiento académico está influenciado por factores socioeconómicos, motivacionales y el entorno educativo, con diferencias notables entre estudiantes de distintos tipos de colegios.

Miltón León

6/28/2024

El desarrollo urbano y regional en Ecuador requiere la participación del Estado, el mercado y la sociedad civil para financiar y mantener la infraestructura de educación superior, crucial para formar una fuerza laboral calificada. Ecuador cuenta con 62 universidades y escuelas politécnicas en 27 ciudades, atendiendo a 670,373 estudiantes. De estos, el 61,8% estudia en 32 universidades públicas nacionales, el 25,2% en ocho instituciones privadas que reciben apoyo estatal, el 12,6% en 20 entidades privadas autofinanciadas y el 0,4% en dos universidades públicas que operan bajo acuerdos internacionales.

Los factores que afectan el rendimiento de los estudiantes deben analizarse desde múltiples perspectivas, utilizando tanto datos cuantitativos como cualitativos. Este estudio se centra primero en el perfil socioeconómico de los estudiantes, luego en aspectos intrínsecos como la motivación y la capacidad autodidacta, y finalmente en la percepción de los docentes universitarios sobre la educación secundaria. Los docentes coinciden en que "los factores que pueden influir en los niveles de rendimiento académico dependen mucho de factores socioeconómicos, académicos y actitudinales", según un profesor de ciencias sociales entrevistado. Otra docente describe el rendimiento como un fenómeno multicausal, señalando que depende del "entorno familiar, factores demográficos y migratorios", es decir, estudiantes que se trasladan de su área geográfica para continuar sus estudios.

En cuanto a los estudiantes que ingresan a la Universidad de Cuenca, la mayoría proviene de colegios públicos (57,8% de la muestra), seguidos por estudiantes de colegios privados (36%) y de colegios fiscomisionales (6,2%). Los resultados se detallan en la Tabla 1. Las pruebas de Kruskal-Wallis y las comparaciones individuales con la prueba U de Mann-Whitney mostraron diferencias significativas entre los tres grupos: los estudiantes de colegios privados tienen el rendimiento promedio más alto, seguidos por los de colegios públicos y, finalmente, los de colegios fiscomisionales. No obstante, los estudiantes de colegios fiscomisionales presentan una mayor variabilidad en el rendimiento (desviación estándar de 18,49) en comparación con los de colegios públicos o privados.

Como factores que matizan la influencia de los fundamentos socioeconómicos en el rendimiento académico, se encuentran los elementos motivacionales intrínsecos a cada estudiante, como la capacidad autodidacta y la autoconfianza. Un docente de colegio mencionó que "el perfil socioeconómico es relativo, ya que abarca una gran variedad de casos, pero los estudiantes hacen su mejor esfuerzo para prepararse".

Algunos profesores universitarios coinciden, valorando la motivación como generadora de habilidades autodidactas que ayudan a los estudiantes a superarse, a diferencia de aquellos que carecen de motivación y suelen tener bajo rendimiento o incluso abandonar sus estudios.

Los estudiantes también reconocen la importancia de la motivación, afirmando que esta les ayuda a planificar y organizar mejor sus estudios para obtener buenos resultados, incluso en situaciones difíciles. Por ejemplo, un estudiante comentó que manejar "varias asignaturas también permitió organizar mejor el tiempo y elaborar un plan de estudio para lograr un buen rendimiento académico en la universidad". Los profesores identifican estos factores autodidactas en los estudiantes, destacando que les facilitan la inmersión en la vida académica. Según ellos, los estudiantes no solo aprenden a leer la información básica para sus materias, sino que también comprenden información científica, lo que les proporciona mayor seguridad y confianza, tanto en su desarrollo académico como en su futura vida profesional.

Factores psicológicos en el rendimiento académico universitario

Desde los tiempos de la pandemia, los datos del rendimiento de los estudiantes universitarios eran variados, pues en su mayoría lograban superar y controlar el trauma del encierro. Algunos casos fueron extremos, llegando a intentos suicidas (algunos exitosos y otros por diferentes factores), con jóvenes de edades entre 21 y 26 años. Los grupos más afectados incluyen a mujeres y jóvenes, debido al cierre de centros educativos y las restricciones que les impidieron interactuar con sus compañeros.

Por esta razón, se investigó el impacto psicológico que los cambios en la docencia, debido a la pandemia de COVID-19, tuvieron en los estudiantes de la Universidad de La Laguna. Estos cambios incluyeron la transición a la modalidad en línea, modificaciones en los sistemas de evaluación y nuevas dinámicas de orientación y seguimiento académico.

Se centró en cómo la experiencia directa con el COVID-19 afectó la salud psicológica de los estudiantes de la Universidad de La Laguna, evaluando aspectos como el uso de medidas preventivas (mascarillas, geles hidroalcohólicos, distancia social), los miedos provocados por la enfermedad y las nuevas tareas implementadas para adaptarse. También se consideraron las experiencias positivas surgidas del confinamiento.

A pesar de las limitaciones del estudio, los resultados preliminares mostraron que el 28,6% de los estudiantes reportaron haber tenido síntomas, aunque el porcentaje de infectados fue mucho menor (solo un 4,8%), lo que sugiere que los síntomas aparecieron cuando no se realizaban pruebas diagnósticas o hubo un elemento de sugestión.

Una universidad socialmente responsable debe rendir cuentas a la sociedad por sus acciones, omisiones e impactos, asegurándose de que sus acciones contribuyan a satisfacer las necesidades de todos, incluyendo futuras generaciones, promoviendo la equidad y el desarrollo sostenible. La responsabilidad social de las universidades se diferencia de otras organizaciones por sus impactos únicos:

- Impactos organizacionales: Incluyen su personal, colaboradores y funcionamiento, es decir, su huella social y ambiental.

- Impactos educativos: Influyen en la formación de jóvenes profesionales, sus valores y su manera de ver y actuar en el mundo.

- Impactos cognitivos: Relacionados con la producción de conocimiento útil para la sociedad.

- Impactos sociales: Fomentan el desarrollo social y la resolución de problemas fundamentales.

En tiempos de pandemia, estos impactos deben enfocarse especialmente en la salud mental de los estudiantes. Diversos autores consideran que la universidad es un microsistema social que debe ajustarse en tiempos de pandemia, permitiendo el desarrollo de la responsabilidad social hacia los estudiantes. La responsabilidad social universitaria (RSU) debe atender las necesidades de la sociedad y sus grupos de interés, incluyendo la salud mental de los estudiantes. La pandemia afecta a todos los aspectos de la universidad, desde la docencia hasta la extensión, destacando la importancia del liderazgo de docentes y autoridades universitarias. Las clases y evaluaciones en línea han generado problemas tanto para estudiantes como para docentes, por lo que las políticas de salud mental deben abordarse desde una perspectiva integral, sin priorizar factores económicos sobre los sociales y humanos.

Cuidar la salud mental de los estudiantes impacta directamente dos aspectos organizacionales de la universidad:

- Gestión interna: La preocupación por colaboradores y grupos de interés internos crea una comunidad educativa ejemplar.

- Impactos educativos: La preocupación institucional por la salud mental de los estudiantes ayuda a adoptar valores ciudadanos.

Además, si la universidad genera conocimiento científicamente responsable relacionado con la salud mental de sus estudiantes, también aborda su impacto cognitivo, influyendo en la agenda científica y mostrando pertinencia ante las necesidades sociales.