Procesión Corpus Christi 2024

El 6 de junio de 2024, el colegio Montepiedra celebró la Procesión del Corpus Christi con una misa solemne presidida por el Padre Enrique. La procesión, acompañada por alfombras decoradas por los estudiantes y pétalos de flores esparcidos por los más pequeños, recorrió diversas áreas del colegio.

Edison Rodríguez

6/21/2024

El 6 de junio de 2024, el Colegio Montepiedra se convirtió en el escenario de una emotiva y solemne celebración del Corpus Christi, una festividad clave en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, destinada a honrar la Eucaristía. Este evento tuvo lugar el jueves siguiente a la octava de Pentecostés y se desarrolló con gran devoción y participación de toda la comunidad escolar.

La jornada comenzó a las 8:50 de la mañana con una misa solemne en el oratorio del colegio, presidida por el Padre Enrique. El oratorio, decorado con elegantes flores blancas, estaba lleno de alumnos, profesores y algunos padres de familia, quienes se reunieron para conmemorar esta importante fecha en el calendario litúrgico.

Una vez concluida la misa, se dio inicio a la procesión. La custodia, adornada con gran esmero y que contenía la hostia consagrada, fue llevada por el Padre Enrique bajo un palio sostenido por cuatro estudiantes de tercer año de bachillerato. La procesión recorrió diversas áreas del colegio, cada una decorada con alfombras elaboradas por los estudiantes, mientras que los más pequeños del colegio esparcían pétalos de flores, añadiendo color y alegría al evento.

Al llegar al altar principal, todos los estudiantes se arrodillaron en señal de veneración al Santísimo Sacramento. Este momento de adoración fue una manifestación profunda de fe y unidad entre los miembros de la comunidad educativa.

La Procesión del Corpus Christi en el Colegio Montepiedra no solo honró la Eucaristía, sino que también fortaleció los lazos entre los miembros de la comunidad escolar, reafirmando los valores y la espiritualidad que la institución promueve. La celebración dejó una huella imborrable en el corazón de todos los participantes, consolidando el sentido de pertenencia y el compromiso con la fe.